Al interior de nuestro cuerpo se encuentra un ecosistema organizado de manera extremadamente compleja. En este ecosistema habita uno de los actores principales de nuestra salud y bienestar : la flora intestinal, lo que llamamos la microbiota.
A lo largo de nuestra vida, consumiremos más de 50 toneladas de alimentos que circulan por todo nuestro sistema digestivo. Esto representa una cantidad enorme de potenciales toxinas o patógenos, una verdadera amenaza para nuestro organismo. De esta manera, es evidente que nuestro sistema digestivo no puede ser solo una simple via de paso.
Por esta razón, los científicos buscaron saber cómo nuestro organismo era capaz de protegerse de esta gran amenaza y descubrieron algo impresionante y fascinante. Descubrieron lo que hoy en día consideramos nuestro segundo cerebro, la microbiota intestinal.
Esta flora intestinal o microbiota, esta constituida por millares de bacterias. Algunas «buenas» otras «malas» y otras «neutras». Entre todas llevan a cabo un infinito y complejo trabajo. Un equilibrio de esta flora es necesario para que el sistema funcione correctamente.
Se puede ver alterado este equilibrio de la microbiota ?
La respuesta es SÍ! Existen diversos factores que pueden alterar esta equilibrio, tales como; el estrés, el alcohol, el tabaquismo, una alimentación mal estructurada, infecciones, uso recurrente y/o prolongado de antibióticos, entre otros.
Cuando este sistema se ve afectado y se produce un desequilibrio entre las bacterias benéficas y aquellas que puedes ser nocivas para el organismo, se produce lo que conocemos como disbiosis (alteraciones de la flora intestinal). Esto puede ocasionar diversos problemas que se reflejarán de diversas maneras : alergias, intolerancias, acné, entre otras.
La disbiosis o alteración de la microbiota, es un estado de alteración que puede agravarse con el tiempo y ocasionar multiples problemas al organismo.
Antes de nacer, no contamos con ninguna bacteria en nuestro organismo. Algunos días después, una verdadera colonia toma posesión de nuestro organismo y esta nos va acompañar durante toda nuestra vida.
La manera más fácil de cuidar de nuestra microbiota, es de la consentir. Antes de obtener una mayor información por parte de los investigadores, es necesario una alimentación rica en prebióticos y probióticos, evitar el consumo prolongado de antibióticos, moderar el estrés y el consumo de alcohol y el tabaquismo.
Este tema es de mucho importancia y debemos tomar conciencia del rol mayor que juega la microbiota en nuestra salud. Hoy en día los investigadores la relacionan con la aparición de diferentes enfermedades. Queda claro que debemos cuidar de nuestra microbiota.
El contenido es muy interesante e importante para todos.